En un Estado moderno, donde los gobiernos han
de centrarse principalmente en estar paralelos constantemente al interés
general, los derechos ya establecidos entre los ciudadanos deberían estar más
que asegurados. Ahora bien, si consideramos la superación de dicho Estado
moderno, y optamos por la aplicación del concepto de Estado post moderno, este
seguro frente a los derechos de los ciudadanos puede verse enturbiado.
En un Estado post moderno el individualismo
de la sociedad es tal que ciertos derechos quedan de lado, no porque no sean
fundamentales, sino porque se creen por supuestos en cualquier ciudadano. La
distancia entre unos y otros es tan holgada
que resulta complicado definir qué derechos se han de mantener, suprimir
o implementar. Quizá este nuevo modelo de Estado esté más orientado a
tendencias liberales donde cada cual ha de preocuparse por lo propio y se marca
la línea entre lo público y lo privado de cada individuo, pese a que realmente
muchos ciudadanos no puedan alcanzar el nivel mínimo de ciertos derechos.
Por otro lado, es cierto que el concepto de
ciudadanía se está viendo modificado, y no especialmente despacio. Los
ciudadanos son cada vez más ciudadanos “del mundo” y menos de su Estado. Es en
este punto donde el hecho de mantener los derechos que se habían venido
estableciendo puede sufrir turbulencias.
Un Estado, por muy solidario que quiera
erguirse, no es capaz de mantener por mucho tiempo una ingente cantidad de
derechos a sus ciudadanos porque “sus ciudadanos” son en realidad los ciudadanos
de todo el mundo en general. Está claro que algo similar sería lo total y
absolutamente deseable, pero no deja de ser utópico.
El hecho de que las sociedades en general se
encuentren en continuo cambio, y especialmente en las últimas décadas donde el
cambio se ha venido maximizando de manera exponencial, hace muy complicado el
mantenimiento de todos los derechos hasta ahora establecidos. Las diferencias
sociales son cada vez más amplias y un Estado, de manera individual o
asociaciones minúsculas de Estados, no puede hacer frente a estas
desigualdades.
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